¿Cómo es el cerezo de Santa Lucía?
El cerezo de Santa Lucía es un arbusto de la família de las rosáceas, muy cercano a los cerezos que cultivamos en nuestros campos y lo podemos encontrar en una gran parte de Europa y norte de África. En las zonas dónde crece, las colinas secas del monte medio, tiene que soportar fríos y sequías, por eso la madera del prunus mahaleb es muy dura y aromática. Su copa florece abundantemente en primavera dando como resultado unas pequeñas cerezas. Sus características naturales y su belleza hacen que sea un árbol muy adecuado para hacer bonsái.
A diferencia de sus parientes de Asia, los prunus mahaleb tienen varias partes secas debido a las condiciones climatológicas de las zonas que viven, además de los diferentes parásitos y enfermedades. Estas partes secas, con el tiempo, se han convertido en un preciosa madera, siendo uno de los puntos más atractivos del prunus.
Características que lo hacen ideal como bonsái
Las flores y las hojas de los Prunus mahaleb suelen ser muy pequeñas, y es precisamente por este motivo que son perfectos para hacerlos bonsáis.
Otra cosa a destacar de los Prunus mahaleb respecto a sus parientes japoneses, es que producen una gran cantidad de frutos pequeños. Estas cerezas crecen en un precioso y vistoso color granate. En otoño, antes de que se caigan sus hojas, el Prunus mahaleb se tiñe de un color amarillo. Es uno de los momentos en el que el árbol está más vistoso, muy comparable con el tono rojizo de los arces.
Las corteza del cerezo de Santa Lucía es muy bonita, el color de su madera es de tonos muy oscuros llegando casi al negro y contrasta de forma muy llamativa con el color vivo de sus flores y hojas.
Con el paso del tiempo, el Prunus mahaleb se está abriendo paso en el mundo del bonsái en Europa, por lo que no dudamos que en pocos años se convierta en un bonsái clásico.
¿En qué terrenos crece?
A lo largo de los años hemos podido ver que los cerezos de santa Lucía son capaces de vivir en zonas pedregosas e inestables por la erosión. Gracias a esta condición del terreno y sus poderosas raíces que se hunden en el suelo, nuestros cerezos crecen libremente. Por el contrario, en los bosques mejor establecidos es difícil encontrar esta especie, ya que los árboles más grandes lo ahogan.
El Prunus mahaleb tiene que ser sacado de su terreno natural en febrero, antes de que sus flores broten. En los árboles viejos se tienen que hacer cortes muy grandes debido al tamaño de sus raíces, además por las difíciles condiciones en las que viven no son árboles muy vigorosos. Es por esto que se probó una técnica diferente para sacarlos: durante la época de otoño. Para que sobrevivan es muy importante que la cabeza de los árboles quede cubierta por lo menos con 30 cm de tierra y estar expuestos en un campo a pleno sol.
Podéis encontrar más información en la Bonsái Pasión número 95.
Sobre el autor
Mistral Bonsai
En Mistral Bonsai somos un equipo de comunicación, técnicos y maestros comprometidos desde el primer día con la que divulgación del maravilloso arte del bonsái. Un mundo, sin duda, con muchas cosas para compartir. Creemos que un bonsái es un árbol con alma, único e irrepetible. Otro de nuestros pilares más esenciales es, como no podía ser de otra manera, el estrecho compromiso para preservar el Medio Ambiente y la naturaleza.
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